“Creo que en mí, ‘Violently’ representó sobre todo el encuentro con lo performático, con un nuevo registro posible de actuación. Los ensayos eran como largos juegos que imponían atravesar el deseo, el displacer, desde lo sensual a lo vomitivo, del chiste y la diversión al golpe y la violencia. Recuerdo que hacíamos registros de lo improvisado”, escribe Cynthia Avellaneda, una de las actrices.

“En una función Ezequiel Radusky se accidentó, un corte, se había lastimado en escena, entró al baño que era el baño de Casa Club y también el baño de la obra por supuesto y no pudo seguir, yo entré a ese baño, lo miré y entendí que él no iba a salir a escena de vuelta. Recuerdo que volví, nos mirábamos, me acuerdo la mirada de Daniel Elías, los silencios incómodos con Silvina Koss, la mirada perdida asustada del secuestrado, recuerdo a ‘Dani’ diciéndome “y ahora que hacemos”, en ese momento pensé, ‘ta loco el texto entra perfecto. Le contesté ‘y ahora seguimos’. Alguien me había comentado que un espectador también actor había planteado que le había resultado de lo más angustiante que un actor desaparezca de escena afectado evidentemente y no vuelva nunca más a escena. A mí me pareció fantástico, lo imprevisto, lo que te descoloca, pero bueno, en ese momento gustábamos mucho de la experimentación, así que a mí me pareció valioso lo que aconteció”, describe.

Conviene aclarar que los golpes en escena no eran fingidos; la violencia era real, a pesar de que estaba coreografiado, como aclara Radusky.

Una marca

Esteban Zelarayán afirma que con la obra se da forma a un proyecto artístico cuyo fin era el de generar una marca en el teatro local a diferencia de las grupalidades conformadas en los 90 que tenían un solo director o directora de las obras y los demás eran actores y actrices. “GNC tiene cualidades del teatro de grupo, donde participaban personas con formación específica junto a otras que no la tenían, e incluso incorporaron a una bailarina al elenco (Silvina Koss) quién contaba con experiencia escénica pero no teatral”.

“Violently happy”: la obra que cambió el rumbo del teatro y el cine

Gente No Convencida continuó con obras como “2001, odisea en el espanto” y “:Sólidos”, “La familia punk” y “La verdadera historia de Antuán”.

La gran pantalla

En 2013, Sergio, Rubén y Alicia, cuidadores de una finca de Tucumán, disfrutan del lujo de los dueños en su ausencia. Cuando éstos llegan inesperadamente, se ven relegados a sus humildes aposentos. Aumentan las tensiones, y surgen verdades ocultas que dejan a todos cuestionándose quién controlará la finca.

“Los dueños”, dirigida por Toscano y Radusky llegó a Cannes y aún hoy está agendada en MUBI, con el equipo básico de GNC. En la misma plataforma se encuentran “El Motoarrebatador” y “Planta Permanente”.

Escuela

Hace 20 años también se creaba la Escuela y la Carrera de Licenciatura en Cinematografía, sobre la base del Instituto Cine-fotográfico de la UNT.

Pero con independencia de esa institución Patricio García dirigió “Socket” (se proyectó en Cannes, en 2008), “Karaoke” (2006), “Ruido marrón” (2006) y “This is gasworks” (2008).